La migración en el mundo

La migración en el mundo



Las migraciones a nivel mundial se han convertido en un punto prioritario del orden día de las políticas mundiales. Dado el crecimiento del volumen, el alcance y la complejidad  de esta cuestión los Estados y otros actores han tomado conciencia de los retos y oportunidades que presentan las migraciones internacionales. En todo el mundo, hoy se constata que deben aprovecharse mejor las ventajas económicas sociales y  culturales de las migraciones internacionales y Que las consecuencias negativas de los movimientos fronterizos podrían abordarse de modo más apropiado. (1)

Durante los próximos decenios, la migración internacional probablemente tendrá otras características de escala, ámbito y complejidad, debido a las disparidades demográficas cada vez mayores, los efectos del cambio ambiental, la nueva dinámica de la política y la economía mundiales, las revoluciones tecnológicas y las redes sociales. Esas transformaciones estarán vinculadas a mayores oportunidades —desde el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, hasta la innovación social y cultural. Sin embargo, también exacerbarán los problemas existentes y harán surgir nuevas dificultades —desde la migración irregular hasta la protección de los derechos humanos de los migrantes. La mayoría de los Estados del mundo (y no solamente del mundo en desarrollo) carece de la capacidad para realizar una gestión eficaz de la movilidad internacional de las personas en la actualidad, por no mencionar la inexistencia de capacidad para responder a las nuevas
Dinámicas.

El número de migrantes internacionales en el mundo contemporáneo es mayor que nunca,
Habiendo aumentado rápidamente en los últimos decenios, aunque no en términos de porcentaje de la población mundial (que se ha mantenido relativamente estable).  Si la población de migrantes continúa aumentando al mismo ritmo que en los últimos 20 años, el contingente de migrantes internacionales en todo el mundo en 2050 podría alcanzar la cifra de 405 millones. En la migración internacional interviene una mayor diversidad de grupos  culturales como nunca antes;  el número de mujeres que emigra hoy de manera independiente, o como cabeza de familia, es considerablemente mayor. el número de personas que vive y trabaja en el extranjero en situación irregular sigue en aumento; y se ha registrado un notable incremento de la migración temporal y de la circulación.

La crisis económica mundial ha reducido la migración en muchas partes del mundo, aunque no parece haber estimulado una migración de retorno sustancial. Dada la recuperación económica y el crecimiento del empleo, la mayoría de los expertos espera que esa reducción sea temporal. A decir verdad, la escala de la migración bien puede superar en breve los anteriores niveles, ya que los factores básicos de impulso de la migración no han desparecido, y también por las características estructurales emergentes en la economía mundial. Uno de esos factores es el raudo crecimiento de la fuerza laboral en los países menos adelantados, en comparación con los países más desarrollados: se estima que la fuerza laboral de los países más desarrollados seguirá representando alrededor de 600 millones hasta 2050, en tanto se prevé un aumento de la fuerza laboral de los países
Menos adelantados, que pasará de 2.400 millones en 2005 a 3.000 millones en 2020 y
3.600 millones en 2040. Asimismo, cabe esperar un estancamiento del empleo en algunas partes del mundo en desarrollo, que dará lugar a mayores diferencias en las oportunidades
Económicas que ofrecen los países menos adelantados y los más desarrollados — por lo
Menos hasta 2030. La demanda de trabajadores migrantes probablemente aumentará en el
Mundo desarrollado, por varias razones — con inclusión de la respuesta a las consecuencias Sociales y económicas del envejecimiento de las poblaciones.

Grafico 1. Movimientos de migración  considerando país de origen, salidas y motivos

La migración en un proceso global más amplio: La (des)integración de los mercados laborales en las Américas
La migración internacional de mano de obra está estrechamente ligada a la interdependencia de las economías nacionales. En el marco de las relaciones políticas y económicas generales entre las naciones-estados, es a través de los mercados laborales que los individuos se insertan en esas relaciones. Por lo tanto, la migración no es un fenómeno que se produce al azar, sino que está arraigado en relaciones históricas, políticas y económicas. Por ejemplo, la emigración de los turcos hacia Alemania y de los senegaleses hacia Francia se asienta en lazos históricos de mucho tiempo entre estos países. Toda vez que la principal esfera de influencia política y económica de Estados Unidos y Canadá se da en América Latina y el Caribe, no es sorprendente que el grueso de la emigración en la región tenga como destino a estos dos países.
Si bien estas consideraciones generales sirven para explicar las razones que motivan algunos de los flujos migratorios, es necesario también considerar otro aspecto: las diferencias salariales entre los países. Aquellos que ofrecen salarios más elevados suelen atraer mano de obra de países con salarios más bajos. Por consiguiente, generalmente los flujos migratorios son de países del Sur hacia países del Norte, como se observa en los siguientes ejemplos: salvadoreños hacia California, Texas y Washington D.C.; guatemaltecos hacia la Florida y el Sur de California; hondureños hacia Luisiana y el Sur de California; dominicanos hacia Nueva York y Massachusetts; haitianos hacia Illinois y Massachusetts, y Montreal y Quebec; los nicaragüenses hacia la Florida y California; los ecuatorianos y peruanos hacia Nueva York. Sin embargo, debe también señalarse algunas dinámicas que se operan dentro de la región propiamente. Además de los desplazamientos de mano de obra hacia el Norte, hay nicaragüenses que trabajan en Costa Rica y en zonas orientales de El Salvador. Igualmente hallamos colombianos en Nueva York así como en Venezuela; los haitianos no sólo están en la Florida y en las regiones francófonas canadienses, sino también en la República Dominicana. Por lo tanto, muchos países de la región pueden catalogarse tanto "emisores" como "receptores".
La migración es un proceso muy complejo que genera una red de lazos extra-regionales y vínculos entre familias, comunidades y países. Los "países receptores" necesitan de la mano de obra emigrante para el funcionamiento de sus economías; mientras que los "países emisores" dependen del mercado laboral externo como válvula de escape y empleo para determinados sectores de la población, y como fuente de ingreso a partir de las remesas que los emigrantes envían a sus lugares de origen. Producto de esta interdependencia e imbricación, la migración internacional es hoy un componente orgánico de la vida de muchos países, comunidades y hogares a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe.
Inmigrantes ilegales tratando de llegar a Estados Unidos a través del mar. Muchas veces este trayecto se  hace desde Cuba hasta Miami

Intercambios transnacionales y extra-regionales vinculados a la migración y el surgimiento de nuevos actores

Puesto que en la globalización la creación de redes sociales va íntimamente ligada al proceso de migración, muchos emigrantes logran mantener vínculos con sus lugares de origen. La profunda transformación que se ha operado en las comunicaciones y el transporte en los últimos cincuenta años ha facilitado grandemente el mantenimiento de estos vínculos que, lejos de interrumpirse, han dado lugar a diversos tipos de intercambios entre familias y comunidades. En sentido general, estos vínculos entre localidades específicas podrían clasificarse en económicos, socio-culturales y políticos. En la medida en que un mayor número de familias en determinada comunidad se vincula al fenómeno migratorio, estos vínculos adquieren mayor significación.
Los intercambios de carácter económico son los más visibles y conocidos de todos, pero incluso, entre ellos, algunos han recibido mayor atención que otros. Los millones de dólares que envían los emigrantes a sus familias son, por amplio margen, el tipo de intercambio más conocido y estudiado. Entretanto continúa el apasionado debate sobre qué mejor uso podrían las familias dar a estos fondos, en sentido general, deben verse como ingreso familiar obtenido a partir del trabajo, aunque se trate de trabajo que se realiza fuera del mercado laboral local o nacional.(2)
Entre los otros tipos de vínculos económicos que se establecen entre las localidades emisoras y las receptoras están los nuevos negocios que surgen para servir a esta economía de la migración. Entre ellos se encuentran los intermediarios de las remesas, que van desde grandes multinacionales como la Western Union , hasta bancos en América Latina (ej. el Banco Solidario de Ecuador y Banco Agrícola Comercial en El Salvador), los equivalentes latinoamericanos de DHL (Gigante Express en El Salvador; King Express en Guatemala) hasta otros servicios de mensajería locales y miles de pequeños negocios e individuos (como los encomenderos o viajeros) quienes realizan viajes al menos mensuales llevando consigo dinero, paquetes, correspondencia y mercancías para vender. Entre las actividades económicas que genera e impulsa la migración se encuentran igualmente las telecomunicaciones, el comercio y el turismo de añoranza, servicios legales transnacionales, y la construcción. (3)
Distribución geográfica de los flujos migratorios.
    La dualidad entre mundo desarrollado y mundo subdesarrollado queda reflejada muy claramente en la distribución de los flujos migratorios a escala mundial (Gráfico 9), donde podemos observar la existencia de dos grandes focos receptores de población (EE.UU. y la Unión Europea) y varios menores (Australia, Sudáfrica...), mientras que el resto del mundo son emisores de población. Las principales zonas emisoras de población son el continente africano, tanto en la zona del Magreb, como del África Negra o Subsahariana cuyo principal destino es la Unión Europea; Latinoamérica, que emigra tanto hacia Estados Unidos, debido a la proximidad geográfica, como hacia la Unión Europea a través de España (debido a la proximidad cultural); y Asía Suroriental y China, que además de los destinos anteriores también envía un fuerte contingente migratorio hacia Australia.
    Durante los últimos decenios del siglo XX, debido al aumento de las migraciones internacionales, los países receptores han desarrollado políticas de control de la inmigración para impedir el acceso incontrolado de inmigrantes en sus respectivos países, por lo que se ha acentuado la inmigración ilegal, como intento de acceder a una mejor vida por parte de la población de países pobres. Estos intentos desesperados por alcanzar el destino se cobran anualmente miles de víctimas en las fronteras entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado debido a los peligrosísimos medios que han de utilizar para atravesar estas fronteras. Entre EE.UU. y México se conocen como espaldas mojadas a los que intentan atravesar jugándose la vida, los ríos de la frontera. En Europa se ha popularizado el término patera refiriéndose a la barcaza que se utiliza para cruzar el estrecho de Gibraltar, mientras que los que intentan llegar desde Cuba hasta EE.UU. por métodos similares se les conoce como balseros.

Gráfico 2. Migraciones Actuales. 1. América del Sur – EE.UU.; 2. México – EE.UU.; 3. China – EE.UU.; 4. América Latina – Unión Europea; 5. África Subsahariana – Unión Europea; 6. Magreb – Unión Europea; 7. Y 8. Egipto – Países productores de petróleo (Argelia y Golfo Pérsico); 9. Europa Oriental – Unión Europea. 10. Europa – EE.UU.;  11. Sudeste Asiático – Unión Europea. 12. Sudeste Asiático – Países productores de petróleo (Golfo Pérsico); 13. Sudeste asiático – Australia; 14. Sudeste Asiático – Japón. 15. África Central y Oriental – República Surafricana.
Descripción: http://ficus.pntic.mec.es/ibus0001/imagenes/farriba.png


Consecuencias de las migraciones.

    Las migraciones afectan tanto a los territorios de origen, que pierden población como a los territorios de destino, que la gana. Este trasiego poblacional se deja sentir en diferentes aspectos sociales y económicos de ambos territorios. Las más importantes son los siguientes:
a) Demográficos: 1) La población emigrante suele ser joven, en edad de trabajar y procrear, por lo que los destinos se rejuvenecen, mientras que el origen envejece al quedar los efectivos poblacionales más mayores, que ya no procrean. Así pues en los destinos aumenta la natalidad y disminuye la mortalidad, al contrario que en el origen. 2) Otro efecto demográfico es el desequilibrio de sexos, ya que suelen emigrar más hombres que mujeres, por lo que en el lugar de destino hay mayor proporción de hombres y en el de origen de mujeres (también se da el caso contrario cuando son las mujeres las que emigran). 3) Un efecto más sería el crecimiento desmesurado de las ciudades que acogen a la población emigrantes del medio rural. En las ciudades se observan todos los efectos descritos en este apartado al ser destino de las migraciones interiores.
b) Económicos: 1) Los emigrantes envían parte de su sueldo en divisas al país de destino, con lo que se produce un ingreso económico importante para el desarrollo económico de esos países (ejemplo de ello se produjo en las décadas intermedias del siglo XX en España, en la que las remesas de los emigrantes, conjuntamente con los ingresos procedentes del turismo ayudaron a equilibrar la balanza de pagos negativa). 2) Por otra parte en el origen disminuye el paro al marcharse parte de la población activa a otros lugares a trabajar, mientras que en el destino se abaratan los salarios por haber excesiva oferta de mano de obra. 3) Se abandonan tierras de labor en las zonas rurales, aunque habitualmente las menos productivas, pero que pueden causar problemas ambientales como la erosión, incendios forestales etc. 4) Se produce un incremento excesivo de las ciudades, en muchas ocasiones aumenta la población a mayor ritmo que el crecimiento de viviendas y de infraestructuras, por lo que los recién llegados se deben alojar en donde pueden, surgiendo zonas de chabolas en las periferias urbanas (sobre todo en aquellas ciudades de los países subdesarrollados que crecen muy rápidamente).
c) Culturales: 1) Las migraciones proporcionan la difusión de diferentes culturas a lo largo y ancho del mundo, como ejemplo de ello tenemos las culturas anglosajona e hispana. 2) Históricamente las migraciones han servido para la difusión de avances técnicos, cultivos, etc. a otras partes del mundo, como hicieron griegos, romanos y árabes en el mediterráneo.
d) Sociales: 1) Falta de integración de los emigrantes en el destino, debido a diferencias culturales muy grandes, como el idioma, la religión, etc. 2) Desarraigo de los emigrantes de los lugares de origen, debido por una parte a la falta de contacto habitual, y por otra a un intento de integración excesivo que le hace perder sus señas de identidad. 3) En las sociedades de acogida suelen surgir sentimientos de rechazo hacia el emigrante, bien simplemente porque es extranjero (Xenofobia u odio a lo extranjero) o bien por sus características físicas diferentes (Racismo).




El 4 de diciembre de 1990, la Asamblea General de la ONU adoptó la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (resolución 45/158) y en el 2000 la Asamblea General proclamó el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93) que se conmemora los 18 de diciembre.